Razas

En la jerarquía de los ángeles, ellos están por encima de todo.
Solo hay tres, los únicos que han visto a Dios y conocen su palabra. Su deber, es darla a conocer a los demás ángeles y encargarse de que todo este bajo orden. Nunca desobedecen una orden, aman a Dios por encima de todas las cosas y son los más hermosos y poderosos de los habitantes del cielo.
Miguel, jefe de los "ejércitos de Yahvéh", para luchar acompañado de un arcángel que pasaria del bando del mal al bando de la luz para mandarle de nuevo al inframundo contra Lucifer. Se le representa con armadura.
Gabriel, mensajero celestial, por anunciar a la Virgen María el nacimiento de Cristo. Se le representa con un mensaje escrito y/o una flor blanca.
Rafael, protector de los viajeros, de la salud y del noviazgo, por su misión desempeñada durante el viaje de Tobías, narrado en el libro bíblico homónimo. Se le representa con un bastón de viajero y un pescado.

Como los arcángeles, son seres creados por Dios, lo sirven y cumplen sus ordenes a traves de los arcángeles. Actuan como mensajeros ejecutando los juicios de Dios y sirviendo a los creyentes. También pertenecen al ejército de los cielos que es liderado por el arcángel Miguel.
Todos ellos tienen una espada celestial para luchar con los demonios, son seres puros que no tienen maldad por su naturaleza, aunque conviven con ella al luchar con los demonios o permanecer en la Tierra.
Cuando un ángel baja a la Tierra, debe ocultar su luz celestial pues es muy potente y puede quemar los ojos humanos, sus alas son grandes y blancas, que también pueden ocultar ante los humanos. Si un ángel permanece mucho tiempo en la Tierra su poder se debilita, es por eso que no deben alejarse demasiado del cielo.
Un ángel solo puede morir por manos de otro ángel. Los demonios suelen capturarlos y torturarlos hasta la saciedad.
Los ángeles hablan todas las lenguas, pero la lengua oficial del cielo, hablada por los ángeles, es el enoquiano.

En antaño fueron ángeles que vivían en el cielo y adoraban a Dios, pero cuando éste creó a los humanos se unieron a Lucifer desobedeciendo las órdenes y Miguel y su ejército tuvieron que expulsarlos del cielo. Perdieron su luz celestial al caer en la Tierra y no pueden volver al cielo, se unieron a los demonios después de aquella caída cuando Lucifer se hizo Señor de éstos ofreciéndoles venganza contra el cielo.
Por otro lado, también son ángeles que cometen algún pecado y no necesariamente haber estado en la guerra del cielo. Su castigo por pecar es caer a la Tierra y ahí se corrompen.
Son los únicos que pueden matar a un ángel, pues aunque hayan caído del cielo, siguen siendo ángeles.
Cuando un ángel cae, sus alas se vuelven negras, perdiendo el color blanco que significa pureza. Ellos, en señal de rebeldía ante Dios y reniego de lo que un día fueron, se cortan las alas y sólo queda como señal dos grandes cicatrices en su espalda.

Cuando los ángeles bajan a la Tierra se enfrentan a los sentimientos más mundanos, uno de ellos el amor. De la unión de un ángel y un humano nació una nueva raza llamada Nefilim.
Los Nefilim son seres mortales con ciertos poderes angelicales, son fuertes, habiles, rápidos, pueden mover cosas con la mente, pero no tienen una espada a la que invocar y tampoco tienen alas, solos dos marcas en sus espaldas, una línea que desciende por su espalda.
Debido a que son mitad humanos, nunca han subido al cielo así que tienen una vida como la de cualquier humano, a excepción de que saben de la existencia de los demonios y la guerra y algunos son partidiarios de ellas.

Hechos de barro, descendieron de Adám y Eva. Dios creó la Tierra para ellos y los amaba por encima de todas las cosas. Por esto, Lucifer se rebeló contra ellos.
Hoy en día, muchos ángeles creen que los humanos no merecen ser salvados pues poco a poco han ido destrozando la creación de Dios y olvidando quien es su Padre. Se destruyen unos a otros, como demonios. Otros, sin embargo, no son tan pesimistas y no pasan desapercibido el amor que sienten los humanos los unos por los otros. Muy pocos saben lo que está ocurriendo, algunos incluso intentan ayudar a los ángeles a acabar a los demonios, otros se unen a las fuerzas demoníacas, y la mayoría, ven lo que ocurren sin pensar que el Apocalipsis a llegado.

- CAZADORES
Son un grupo de humanos que conocen el secreto de los seres sobrenaturales que caminan a sus anchas por la Tierra, se encargan de cazar a todo demonio que se cruza por el camino. Tienen nombres falsos, varias identidades diferentes y tarjetas de crédito también, puesto que de ahí sacan el dinero que necesitan para pagarse las armas y sobrevivir. Suelen estar entrenados en el arte de las peleas cuerpo a cuerpo o con armas e incluso conocen las debilidades de estos seres. Aunque no pueden asesinar a un demonio, pueden volverlo al Infierno.

- PROFETAS
Otro subgrupo de humanos, en este caso son humanos que reciben visiones del futuro, cuyo contenido siempre se acaba cumpliendo, no siempre esas visiones tienen que ver con la persona que tocan o con ellos mismos, sino que puede ser de cualquier cosa. Aunque ellos no lo saben, cada profeta tiene asignado un ángel que vela de que ningún demonio lo dañe o intente acabar con él.

- SECTA ROJA
Creen en el demonio y han jurado servirles, siguen sus ordenes, generalmente mandadas por medio de los Inmortales. Sienten una gran admiración hacia Lucifer, y aunque saben que Lucifer desea borrar a la humanidad del mapa, les apoya, esperando que él se apiade de ellos y los convierta en uno de sus demonios. Su organización es secreta, ningún humano sabe de la existencia de esta secta, y odian a las sectas que los imitan sin haber tenido realmente el contacto con los demonios como ellos. Todo está organizado y planeado, no dejan cabos sueltos. Cada luna llena hacen rituales, en algunos, hacen sacrificios humanos para saciar al demonio que se haya puesto en contacto con ellos. No dudan en dar la vida por lo que creen.
Los miembros, al pasar el ritual de iniciación y unirse a la secta, reciben este tatuaje en la nuca.

Spoiler:

¡Atención! Queda por aclarar, que los humanos, ya sean humanos corrientes o que se dediquen a la caza o sean profetas de Dios, no distinguen a los ángeles y demonios a simple vista ya que tienen una apariencia de un humano, para ellos es un humano más. Un ángel solo se le revela su identidad si él la da o muestra sus alas, ya que no tiene otro rasgo distintivo en su cuerpo humano, pues si mostrara su verdadero aspecto o su luz celestial el humano quedaría ciego. Los demonios, se distinguen cuando ellos muestran sus ojos de color negro.

Los semidemonios (o Deimos, como se llaman a sí mismos) son el fruto de una relación entre un demonio y un humano. Estos seres viven como humanos hasta aproximadamente los trece años, donde su naturaleza demoníaca comienza a despertar y descubren, generalmente de forma traumática, que no son los simples humanos que creían ser. Los que consiguen adaptarse y sobrevivir se convierten en poderosos seres, aunque raramente llegan a ser tan poderosos como los Demonios.
No tienen espada demoníaca ya que son medio humanos y tampoco pueden viajar al Infierno.
En su vida, tienen una eterna lucha entre su lado humano y su lado demoníaco. La maldad lucha contra la bondad, algunos dejan que la balanza se inclina hacia su lado humano, otros, se dejan llevar por la oscuridad de sus corazones.

Son seres sobrenaturales, espíritus malévolos, que sólo se divierten destruyendo, matando y creando el caos.
Habitan desde el principio de los tiempos. Un día fueron humanos que al morir fueron castigados por sus actos malvados en su vida. Sus almas descienden al Infierno siendo torturadas hasta que pierden todo abismo de humanidad. Se convierten en seres despiadados.
Poseen a personas por mera diversión o por algún propósito, se les suele expulsar con un exorcismo. El agua bendita y la sal los quema y la estrella de David es una trampa para ellos, cualquier demonio que entra en ella no puede salir luego.
Tienen a Lucifer como su único Dios y le sirven como un ángel sirve a su Dios, al igual que a su hijo, el Anticristo, que según una profecía traería el Apocalipsis al mundo al liberar a su padre.
En su cuerpo humano, solo se les diferencia por su aura malvada y sus ojos, completamente negros.

Son las almas más malvadas y poderosas. Llevan milenios en el Infierno y algunos se encargan de torturar a las almas mientras que otros habitan en la Tierra haciendo de las suyas y liderando a los demonios. Son más difíciles de matar que los demonios comunes, necesitan gran cantidad de agua bendita o sal para que le produzcan algún daño, y aunque la estrella de David los mantenga encerrados algunos consiguen usar sus poderes.

Son demonios o archidemonios que por su comportamiento redimido y sin maldad en la Tierra, Dios ha decidido darles una segunda oportunidad para ver si pueden comportarse de manera bondadosa y alejar el comportamiento maligno y malvado que han llevado hasta ahora. Para mostrar que están arrepentidos realmente de su pasado, Dios les pone a prueba haciendo que participen en la guerra, pero del lado de los ángeles, dando caza a los que eran sus iguales, los demonios.

Fueron humanos en antaño, los cuales, para conseguir un objetivo, invocaron a un demonio haciendo un trato con él. El demonio cumplía con su deseo, a cambio, en diez años iban en busca del pactado, para llevarse su alma al Infierno. Ahora forman parte de este grupo, seres inmortales, sin alma, que sirven a los demonios como si fuesen perros. Son fríos y calculadores, no tienen emociones, ni bondad, ni compasión, nisiquiera temor.
Son seres solitarios, no son muy habladores ni amigables. La mayor parte del tiempo están en silencio, algunos se han cortado la lengua para no hablar
Llevan tatuado tatuado en sus muñecas, en señal de esclavitud, este símbolo:

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